¿Qué es el betel?
El betel y la nuez de areca (cau) han existido en la tierra vietnamita desde hace miles de años, antes de la era cristiana. Mascar el betel es una tradición antigua de Vietnam y del Sudeste Asiático.
El tabaco de betel comprende una hoja de betel con una pizca de cal y un cuarto de nuez de areca, que puede ir acompañado o no con un astilla de raíz de artocarpus. Se masca por mucho tiempo en la boca y se escupe una saliva de color rojo cinabrio y sus residuos. Hasta los años 60, prácticamente todas las mujeres vietnamitas lo consumían.
El betel en la medicina tradicional
La combinación de ciertos elementos vegetales y de la cal, forman una suerte de remedio contra un cierto número de afecciones: mascarlo evita el mal aliento y disminuye las caries, las hojas de betel picante son buenas para el gusto y el olfato, puede ser utilizado como antiséptico, para calmar los cólicos, la hinchazón, la aerofagia, para luchar contra el reumatismo o el hipo en los niños, la miopía de los ancianos, las infecciones intestinales.
También se utiliza contra el enfriamiento, o se aplica a los forúnculos para que maduren, o en un baño contra la erupción por calor. La nuez y almendra de areca, son astringentes y producen un calor picante. Su astringencia hace que la cavidad dental se retraiga y, por lo tanto, consolida los dientes; mientras que masticar ejercita la mandíbula. La almendra de areca tiene una acción antiparasitaria intestinal. La cal ayuda a regular la frecuencia cardíaca.
La tradición del betel
La tradición del betel oculta una filosofía latente de la síntesis de muchos elementos: el árbol de areca que tiende hacia lo alto, representa el cielo (Yang), la cal, un mineral, que tiene hacia lo bajo, ella representa la tierra (Yin); el tallo de betel que viene de la tierra, rodeando el tronco del árbol, simboliza la posición de intermediario conciliador.
Esta síntesis dialéctica del Yin-Yang forma una combinación completamente armoniosa. El tabaco de betel, donde se mezcla la frescura de la nuez de areca, el calor picante de la hoja de betel, la sal de la cal y el dulzor un poco graso de la astilla de raíz de artocarpus constituye un excitante perfume para el aliento y color en los labios, a la vez que activa la circulación sanguínea de la cara imitando una cierta embriaguez.
Mascar el betel sin tragarlo, produce una sensación especial, ya que no es ni comida, ni bebida, ¡ni producto para fumar!
El betel también tiene un papel cultural particular: participa en la bienvenida de un invitado: «Mieng trau la dau cau chuyen» (Antes de hablar, tienes que mascar), o «para preguntarle a una chica cuándo se va a casar, a menudo le preguntamos: «¿Cuándo vas a invitarnos a mascar betel?». En la actualidad, puede encontrar en las calles o en el campo, mujeres viejas que tienen sus dientes negros y manchados de betel. El betel es indispensable en las bodas, los funerales, etc.
Confeccionar tabaco de betel es todo un arte
Esto mide el talento interior de la mujer, su manera de realizar el tabaco y de mascarlo, dice mucho acerca de su comportamiento, sus costumbres y su manera de vivir. Antiguamente, cuando las familias querían pedir la mano de una joven para su hijo, siempre esperaban el momento en que la elegida fuese a dar forma al betel y ofreciera el té, para evaluar tanto su belleza física como su educación, su carácter y su mantenimiento. Un tabaco de betel mal hecho revela la torpeza en el trabajo manual; coser, bordar …
El betel sigue siendo una muestra de respeto que se brinda a sus predecesores. La bandeja de ofrendas en el altar ancestral, siempre se acompaña con las nueces de areca.