Nuestra recomendación para los viajeros es que empiecen de norte a sur. Porque al llegar a Hanoi nos encontramos con un choque cultural importante y según íbamos bajando por el país hasta llegar a Saigón era todo más «civilizado». Realmente nos chocaba el ritmo alocado (caos organizado) en las carreteras de Hanoi. Allí se saltan los pasos de peatones, los semáforos, van en direcciones contrarias, es un caos, pero organizado porque en ningún momento sentimos peligro real. No van alocados, van prediciendo tus pasos como peatón. Fue curioso.
Sin duda nos enamoró el poder dormir en la casita rural de la aldea en Hoa Binh, desayunar y cenar como auténticos vietnamitas, pasear en bici en el atardecer de Hoa Binh y en Ninh Binh (este último ocaso fue una verdadera pasada) nos perdimos entre caminos de tierras con nuestro guía Minh y fue mágico. Adjuntaremos fotos.
Pasear por los diferentes ríos, ir en el crucero por la Bahía de Halong. El encanto taaaan grande que tiene Hoian de noche, (ahí concretamente pasamos la noche de nuestro aniversario y fue mágico) aunque lloviese nos daba igual. Pasear en el bote con luces y soltar velas en el río fue precioso.
No podemos olvidarnos de nuestra parasita en Phu Quoc. Fue clave para parar el ritmo de excursiones tan alto que llevábamos. Parar para sol y playa dos noches fue maravilloso. Reseteamos y volvimos a la carga, esta vez en el sur, en Ho Chi Minh. Aquí se notaba que era un ciudad más avanzada y actualizada a lo que estamos acostumbrados en España. La zona del delta del Mekong fue increíble, así como conocer la cultura del mercado flotante y el mercado local en tierra.
Vimos mucha flora y fauna autóctona y para el que le guste el turismo gastrónomico, lo van a flipar. Es maravilloso. En mi caso yo soy celiaca y la agencia tenía muy encuenta mi circunstancia y a través de los guías avisaban en cada sitio que comíamos. Vietnam es un país de arroz y los celiacos somos muy afortunados aquí.
En total fueron 15 días. Cogimos avión doméstico en 3 ocasiones para desplazarnos del norte al centro, luego a la isla de Phu Quoc y por último al sur.
Nuestro viaje era por Luna de Miel y ha sido maravilloso ser atendidos por guías privados en español, Minh, Diana y Chau. Así como con chófer y vehículo privado en todo momento.
Añadir que la agencia siempre anotaba en los alojamientos que estábamos de Luna de Miel y estos siempre tenúan un gesto de bienvenida por ello. Todo era precioso.
Y Vietnam es seguro, segurísimo. Su gente encantadora, su cultura e historia súper interesante y los guías ayudan a comprenderla muy bien.
Al final es un país que ha sufrido muchísimos intentos de invasiones y poco a poco siempre han salido adelante unidos. Eso se refleja ahora porque llevan en paz poco tiempo y solo quieren recibir turismo y divulgar sus ideas. De las diferentes religiones que conocismo, nos marcaron mucho los Budistas y el Caodaísmo. Son generosos y solo quieren la paz mundial.
Una experiencia que todo ser humano debe vivir al menos una vez en la vida y cien por cien recomendado que sea con Horizon. Solo tenemos buenas palabras y recuerdos con todo su equipo.
Enhorabuena por la magia que han creado.